Pero son mis ojos, en este momento, los que cerraría...y me arrancaría si fuera necesario para no volver a mirarme dentro y descubrir de nuevo lo débil de mi alma soñadora...he de intentar,me digo a veces,levantar mi mirada por encima de mí misma,alejando de mí en el instante mismo los recuerdos inútiles que sólo ocupan lugar sin hacer crecer mi espíritu...
Hoy el gris se apodera de mí,por dentro y por fuera,haciendo que sufra la parte más infantil que aún me queda...imaginando que hay cosas que aún pueden salvarse de este naufragio emocional,del que escapo en mi silencio y guardo tras la puerta de mi soledad...
Voy dibujando a carboncillo,difuminado mi realidad para no sentirme presa de lo que es real,sentidos que desaparecen dejando huellas imborrables y eternas que llenan un hondo pozo de dolor...
Pero siempre vuelvo al principio de mi existencia y descubro la sonrisa que me viste a veces...escondida,esperando salir sin demasiada expectación...pero siempre está ahí, aunque a
veces le cueste salir airosa de soledades...
Hoy el día gris pretende confundir mi alma con la tristeza que dibuja en mi interior,pero es trabajo inútil porque me revelo contra el sentido amargo de mi vida y construyo sin esfuerzo la eterna templanza a este misterio inacabado que soy...es lo que tienen los días grises...una tristeza permanente que sólo la borra el sol...el sol que hoy está ausente...como ausente estoy yo en este momento de oscuros nubarrones...pasarán porque siempre pasan pero hasta entonces,me dejaré llevar en este barco de silencios...