De miradas hechas
a contraluz maldita,
de sentidos olvidados
en penumbras,
de tiempos muertos,
soliloquios
por reencontrarme
ando a contratiempo...
De soledades tejo
la vida misma,
traje que visto
en agonías,
suelto la voz
y salen gritos,
ya no es feliz
el alma mía...
De corazones rotos
perseguida,
que ni la música
que suena
me consuela,
de sorprenderme
vivo día a día
encaramada en el vértice
que espera...
De un marchito
mandamiento
en la memoria,
roto a pedazos
por el loco sentimiento,
si me apresuro a abrir
la boca mía
sólo hay un beso
que convierto en un lamento...
De madrugadas
desgastadas
voy servida,
el hambre arrastro
de sentir
lo que sentía
ya no me acuerdo
de si era luminoso,
aquel amor
que nació aquel día...
De traspasar
la línea que marcaron,
para la próspera
y vehemente alegría,
yo le hago burla
y me contengo entonces
las ganas
de parecer yo misma...
