EL PODER DE LAS PALABRAS

Porque todo lo que se piensa puede decirse,todo lo que se siente debe decirse y todo lo que se dice debe ser escuchado y leído...

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viernes, 24 de julio de 2015



Palabras   
                                                                                                                           
Todas las palabras que se dejan de escribir, ¿a dónde irán?, ¿en qué cabeza estarán esperando para ser lanzadas al viento como cometas que lleguen al cielo de alguien?

 El tiempo, el reloj incansable, la memoria proscrita, el desenfreno de las ideas, que a veces mueren antes de ser paridas, la razón y la sinrazón subrayados en rojo y una frase coja de sustantivo rematada con un adjetivo maravilloso persiguiendo al verbo…

Hojas a medio escribir que el tiempo envejece en amarillos, palabras olvidadas en servilletas de papel de noches innombrables, mendigas y silenciadas en el pasado y declaradas ausentes en el presente. Sueños descritos en simples pensamientos con ínfulas de historias de amor.

¡Ay las palabras!, las dichas, oídas, cantadas, vistas, tocadas por la barita mágica de algún alma en pena desbordado en su tristeza, o en sus amores no correspondidos… o en las batallas que la vida nos presenta en suerte, de triste soledad o desvaríos, el cuento de vivir eternamente… ¡ay la palabra errante!, las propias y las desconocidas, semillas que se siembran y se recogen…pero qué son entonces las palabras, si no fuente inagotable de nuestra propia vida…

Pero…, ¿qué ocurre si se omiten, si se olvidan, si de repente de un mazazo descomponemos el silencio que presumen si aún pensadas nunca, nunca son escritas?...



Ayer

El ayer se fue marchando lentamente
mientras mis pasos se contaban en lágrimas perfectas,
tú estabas detrás pero ignorando
que ese camino ya no podría ser de vuelta.
Ayer era temprano, hoy es tarde para ese sueño
porque ayer dejaron mis manos en papeles
las ansias y los miedos,
dolores que presagian la muerte del misterio…
Nuestro ayer se fue alejando,
quedando en mi mirada tan solo algún recuerdo,
una brizna de pasión, un olor, un cierto desencanto,
la amargura de nuestro desencuentro…