EL PODER DE LAS PALABRAS

Porque todo lo que se piensa puede decirse,todo lo que se siente debe decirse y todo lo que se dice debe ser escuchado y leído...

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domingo, 28 de junio de 2015




 La vida es puro teatro

Quería ser personajes en  mundos que nada tuvieran que ver con el mío, a los que no tuviera que pedirle permiso para hacer y deshacer sus gestos y ademanes. Quería imaginarme hombre o mujer, cambiar mi acento y mi tono de voz, mirar de otras formas y caminar con otros pasos, usar una lengua muerta o ser un extranjero sin retorno. Quería inventarme por dentro y fuera de mí, incluir si fuera necesaria una connotación personal para componer lo que sin duda podría ser un boceto animado y pasajero, algo así como una sombra chinesca…Ser sin ser, vestir de imaginación la vida, soñar y despertar de lo soñado volviendo a mi piel después del trance tal y como soy, lo que realmente soy…Sentír desde mis pies hasta mi cabello ese escalofrío que te atraviesa como un rayo cuando te subes a un escenario y actúas…y no es fácil subirse a un escenario, no es fácil aislar tu persona del personaje y retener en ti lo que no eres, no es sencillo recapitular en tu memoria textos que sólo te van a pertenecer ese instante, no es fácil no, pero es hermoso, mágico, nutriente, rico… Y te atrapa la escena, te descompone en miles de piedrecitas valiosas, desde donde haces y rehaces bajo sensaciones y sentimientos esa imagen que ahora eres, moldeando un exterior y un interior ajenos a ti. Con el texto por delante y las directrices del director todo empieza de cero y es una carrera contra reloj con una meta señalada y a la que hay que llegar con la conciencia tranquila y animosa, disfrutando el trayecto y alimentándonos de todo lo que ese camino nos muestra. No soy actriz, sólo aprendiz, y en este aprendizaje en el que me he embarcado me debo sujetar para no perder el paso en el vértigo que me produce…tres, dos, uno…empezamos…


Traspasaron la barrera de lo prohibido al mismo tiempo que el ocaso se descomponía en rojos sobre sus cuerpos…La banda sonora que los acompañaba era la naturaleza exultante regalándoles sus sonidos, y él, que yacía desnudo deleitándose con las pocas estrellas que les dejaba ver la luna, componía una nueva melodía acurrucando las notas entre su cabello mojado…El éxtasis dio paso al silencio y el silencio acompañó en la madrugada dos cuerpos perdidos en el misterio primigenio que la esencia natural que la vida les ofrecía. Se  regalaron la risa, la risa sincera que sacudía sus conciencias, también fueron regalos sus miradas con las que intentaban descubrirse por dentro. Se hablaban sin palabras sabiéndose cómplices, caminantes que el destino cruzó un día en una encrucijada  traspasándola  sin hacer preguntas. Principio y fin se dibujaron en un corto espacio de tiempo alternativo a sus realidades…y ese instante, tal vez llegara a ser canción o un poema escrito en las horas que aún quedaban por vivir… (Mayte, Retales)