así voy,de puntillas,como quien da un beso y no llega o no quiere cometer un crimen sin ser oído,
y tiemblo,envuelta en el sonido que el silencio me reclama
entre estas cuatro verjas podridas de simpleza y enfermas de vergüenza
donde esconder la palabra herida y el pensamiento negro
donde perderse en notas exactas como piedras que desaparecen,
dejando la huella que el tiempo dibuja...
en tus serenas sienes semillas de respuesta a preguntas añejas que ya no me dicen nada,
que se pierden sin remedio en las manos nunca
que sujetan mis miedos peregrinos que surcan los caminos yertos...
de despertarte llegar sin saber dónde,de tanto caminar sin saber cuándo...
el tiempo se ha parado para escribir tu nombre...
en la ausencia de arena del reloj que perdimos
comenzando de nuevo el segundo a perseguirnos...
(Mayte Palma Urbano y Alberto González Sánchez)